¿VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

Remitiéndonos, exclusivamente, a lo que dice la Biblia, el Apóstol Pedro, escribiendo a los hermanos en su 2ª Epístola 1; 13- 14, nos dice que el Señor Jesucristo le reveló que pronto tendría que "abandonar" su cuerpo, la historia del rico y Lázaro, el descenso del Señor al Infierno, la transfiguración del Señor en donde aparece junto a Moisés y Elías (Dios no es dios de muertos, sino de vivos) Lucas 9; 28- 36, además en el Apocalipsis 6; 9- 11 se describe las "almas" bajo el altar que habían sido asesinadas en el tiempo del Anticristo y que debían esperar hasta completar el número de sus hermanos que debían (en la tierra) ser asesinados todavía, el capítulo 13 nos habla de la persona del Anticristo y el Falso Profeta, en el capítulo 19 nos describe el apresamiento, de ambos personajes, satánicos cuando Cristo desciende a tomar su Reinado. En el capítulo 20 se nos describe el Reinado por mil años, al final del cual, hay una rebelión por parte de Satanás, que termina con su lanzamiento a un lago de fuego y azufre, lugar donde, YA ESTABAN, el Anticristo y el Falso Profeta, esto indica claramente, y sin lugar a dudas, la existencia del Espíritu después de la muerte.

Las sectas que niegan la existencia del Infierno recurren a un pasaje del libro de Eclesiastés 3; 18- 21 donde, en un razonamiento, desde el punto de vista netamente humano, sin revelación del Espíritu, como cuando vino Cristo, el predicador compara la igualdad del hombre y las bestias, en el mismo plano frente a la muerte, diciendo incluso que "el espíritu del animal desciende a la tierra", hoy se sabe que los animales no tienen espíritu de Dios, como el hombre, pues si así fuese, Cristo también hubiese muerto por ellos en la cruz. Rectificando lo anterior, el mismo predicador (Salomón) escribió en el capítulo 12, describiendo el fin del hombre, versículo 7, dice "Y el polvo (cuerpo) vuelve a la tierra como era ("Polvo eres y al polvo volverás" Génesis 3; 19) y el espíritu VUELVA a Dios que lo dio", con esto se desmiente rotundamente la posición de los que niegan la vida consciente después de la muerte.